Exposición Compadres y Comadres
Círculo Saviñao del 17 de enero al 14 de febrero de 2016
Se pierde en la memoria el tiempo que hace desde que en Galicia hay jueves de compadres y de comadres.
"Hace tan solo cincuenta años las poblaciones de estas mismas aldeas, que hoy habitamos unos pocos, estaban doblemente pobladas. Los medios de transporte eran limitados, y el ir andando a los sitios era lo acostumbrado."
El jueves de compadres, las mujeres solteras, casadas, niñas y ancianas participaban en el festejo. Se juntaban y hacían sus compadres: normalmente una camisa y un pantalón viejo rellenos de paja, con algún sombrero o pañuelo. El más bonito era el elegido para subirlo a un burro bien adornado con su autora presumiendo de llevar el primero a quemar, detrás el séquito con el resto de los compadres y demás mujeres.
Al oscurecer se les prendía fuego y los hombres intentaban abortar la quema. Lo mismo ocurría el jueves siguiente, pero en caso inverso. Los hombres hacían sus comadres y las mujeres lo imposible por evitar su quema.
De domingo a martes de carnaval lo acostumbrado era ponerse la máscara e irse con los amigos al pueblo vecino andando. Las juergas y el buen humor no faltaban durante el trecho. Al llegar, vacilaban con las gentes que abrían sus puertas con brazos abiertos, indagando en quién sería ese/a o aquel/lla , individuo enmascarado."
Texto extraído del mi artículo "El Carnaval en Galicia"
Este relato lo recogí de las preguntas que le hice a varias vecinas. Yo no me acuerdo de eso, lo que quedó en la memoria de mi niñez son otras cosas, y lo que pueda quedar en mi hija de esta época algo bien distinto. No sé si mis nietos se acordarán de la existencia de ellos pero para que sea así, quiero exponerlo y así colaborar en su proseguir.
Entre los compadres y comadres populares, esta exposición recoge las diferentes representaciones que de las tradiciones de las aldeas gallegas se fueron haciendo en los últimos años. Así, el pan, la matanza, la poda, el proceso del vino, la caza de las "papuxas", las tejedoras, la feria y los mercadillos, el lavado de la ropa a mano en las lagunas , los zapateros, las tiendas de las aldeas. Luego también hay retratos hechos con papeles de colores típicos también de aquí de los colegios del rural , además encontramos compadres y comadres críticas de la sociedad con los caretas de famosos o vecinos.
Hacer esta exposición es muy importante para mi por muchos motivos. Primeramente, da testimonio de la existencia de esta tradición abocada a su desaparición debido al despoblamiento y envejecimiento de la sociedad del rural gallego, a menos que insospechados cambios se produzcan en los años venideros. Por otro lado, es importante exponer además el trabajo hecho por los vecinos que implicados por la permanencia en el tiempo de esta costumbre, han derrochado imaginación edición tras edición.
Aunque hay más de ochenta fotos expuestas realizadas en la última década, sólo es una pequeña muestra de lo que se pudo ver. Imágenes de ellos en Piño, Bóveda, Sober, Ribasaltas, Rioseco, Santa Mariña, Distriz o los que habitualmente se colocan en distintos puntos de la villa de Monforte forman parte de esta exposición.
Otras muchas parroquias siguen a mantener esta costumbre en mayor o menor medida en el sur lugués.
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