El PROCESO DEL LINO
El hilado fue una de las principales ocupaciones invisibles de la mujer que realizaba en simultaneidad con otras tareas de su interminable jornada de trabajo. De esa manera la roca se convirtió en el símbolo del trabajo femenino.
El empleo de la roca y el huso para el hilado se documenta desde el antiguo Egipto hasta el siglo XX. En la antigua Roma a la tarea del hilado se asociaba el modelo ideal de mujer. Una de las costumbres era que la novia después de casarse, en cuanto pasaba la solera de su hogar, llevase en la mano un huso y una roca.
En Galicia hasta la década de 1950-1960 tuvo gran importancia el cultivo y procesamento del lino. Los paños gallegos eran una referencia en la Península entre el siglo XVIII y gran parte del XIX. La competencia de la materia prima rusa y holandesa primero y de los tejidos catalanes después hizo que tanto el cultivo como la confección de telas en Galicia se fuera esmoreciendo.
Al lino le había que dedicar mucho tiempo, lo que influyó en la progresiva desaparición de la actividad.
Después de que se dejara de cultivar hace más de medio siglo, en esta ultima década resurgieron asociaciones de mujeres por la recuperación de esta actividad artesanal secularmente unida a las tareas de la casa, pero que tenía como ventaja garantizar unos constantes ingresos monetarios en la unidad familiar.
Podemos ver en una de las imágenes a Estrella, la última cosechera de Lino en Piño, en A Pobra do Brollón.
Enlaces relacionadas
https://aldeasgalegas.com/gl/o-lino
http://www.aldeasgallegas.com/Outrora2015.htm
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